La Carrera Internacional a Campo Traviesa al Cerro Chirripó ha sido fuente de una beneficiosa simbiosis entre la comunidad de San Gerardo de Rivas y el Banco Nacional de Costa Rica, una institución financiera que le ha venido brindando respaldo durante los últimos ocho años.
Oscar Sarmiento, gerente de la sucursal bancaria en Pérez Zeledón, especifica que de esa relación nace una satisfactoria fuente de negocios, pero también la oportunidad institucional de desarrollar proyectos de responsabilidad social.
Con la ayuda del BNCR, el Ministerio de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones y las organizaciones involucradas en la atención del turismo que visita al Chirripó, cuentan con un sistema de calentamiento de agua en el refugio de Base Crestones, hoy convertido en hotel y restaurante.
Pero el Banco también aportó los costos de la sustitución de los viejos rótulos de madera ubicados a lo largo de todo el camino, entre San Gerardo y Base Crestones, por otros nuevos y amigables con el ambiente. Éstos son rótulos fabricados con plástico reciclado, con una duración proyectada de treinta años.
Las relaciones del Banco Nacional con las asociaciones de Arrieros y de Desarrollo Comunal de San Gerardo, así como con la Comisión Organizadora de la Carrera al Chirripó, comenzaron hace ocho años. Desde entonces, año con año, el BNCR ha sido uno de los soportes económicos más importantes de un evento cada vez más prestigioso dentro y fuera de Costa Rica.
Pero, a la par de los proyectos de responsabilidad social –destaca Sarmiento- también están los económicos, se ha venido extendiendo una cadena de respaldo financiero a los agricultores, ganaderos y propietarios de empresas turísticas.
Así, por ejemplo, el Banco hizo posible que la Asociación de Arrieros comprara una propiedad para sustituir la casita que tenía, por un local más amplio donde es posible atender con mayor comodidad a los turistas y exhibir más artículos para la venta. Ahora cuenta, inclusive, con una sala de sesiones.
Oscar Sarmiento destaca que estos emprendedores habitantes de San Gerardo de Rivas y las comunidades vecinas son gente que se presta para hacer negocios y espera que, así como ha venido ocurriendo durante los últimos años, este encadenamiento productivo se siga dando y continúe creciendo.