juan ramón
02 May
carrerac

Fallas Navarro son apellidos emblemáticos que quedarán registrados en la Carrera al Chirripó.

Son Juan Ramón, “el peón de carreteras que corre como un rey” y Juan Luis, tan inmisericorde con los competidores, como lo es su hermano gemelo.

Pero también lo son Johnny, que en reiteradas ocasiones ha acompañado al podio a alguno de los gemelos y José Miguel, el pionero que sembró la simiente de una dinastía con toques de celebridad.

La presencia establecida por estos hermanos ha sido contundente y espectacular. Los gemelos Juan Luis y Juan Ramón se han repartido los primeros lugares, en las últimas trece ediciones de la carrera. Y si no hay alguien que los “meta en cintura” antes de 2024, habrán ganado la mitad de las ediciones de la Carrera al Chirripó, desde que se inició la contienda, en 1989.

  • Juan Luis dio la sorpresa de colocarse en el primer lugar, consecutivamente, en las cuatro ediciones comprendidas entre 2007 y 2010. Estableció el récord de la carrera en 2009, con un registro de 3:09:34. Y repitió la hazaña de conquistar Los Crestones, en 2016, al superar a su mellizo Juan Ramón, por un segundo.
  • Pero Juan Ramón, que había venido participando en la competencia sin mayor vistosidad, subió a lo más alto del podio en 2011 y ahí se quedó, hasta que Juan Luis lo relegó al segundo lugar, en 2016. Hasta 2019, ha ganado ocho carreras y mantiene el récord de 3:04:04, registrado en 2014.
  • Tras ellos ha estado Johnny, el menor de la casa, respirándoles en la nuca. Ha llegado en segundo lugar, en terceros lugares y su nombre aparece, regularmente, entre los cinco mejores de la competencia. En 2013, los Fallas Navarro asaltaron el podio, al hacer el uno, dos, tres: Juan Ramón primero; Johnny segundo y Juan Luis tercero.
  • José Miguel, el primogénito de la familia, también ha ocupado puestos importantes. En 2008 subió al pedestal, al colocarse en tercer lugar. En 2010 llegó quinto. Pero su aporte a la Carrera al Chirripó es invaluable, si se parte de que fue la fuente de inspiración que motivó a sus hermanos a convertirse en atletas.

No se crea, sin embargo, que estos singulares atletas provienen de una familia de trayectoria deportista, ni se formaron en el gimnasio de su vecindario. Encuentran sus orígenes en un aislado y modesto caserío llamado Olán, con iglesia, escuela y plaza de futbol, a 30 km al noreste de Buenos Aires de Puntarenas.

Redondeaban la economía familiar de subsistencia con la venta de naranjillas, que vendían a los intermediarios, hasta que una plaga los obligó a cambiar el cultivo por culantro, que siguieron comercializando en sodas, restaurantes y negocios de la comunidad de Buenos Aires.

Tampoco son académicos; las limitadas condiciones económicas los obligaban a escoger entre la escuela y el trabajo y, el mejor el mejor de los casos, José Miguel cursó el quinto grado de la escuela.

Entonces: ¿De dónde les viene haberse convertido en atletas de tanto renombre? De la oportunidad, la inspiración y la esperanza. Juan Ramón, por ejemplo, gana el sustento de su familia –su esposa y una hija- con lo que gana en las competencias atléticas y el trabajo como jornalero.

José Miguel, que había participado en una competencia organizada por la Clínica de Salud de Buenos Aires, se convirtió en modelo, para los gemelos, que comenzaron a participar en carreras a campo traviesa  bajo tutela (por ser menores de edad).

En la versión de la Carrera al Chirripó celebrada el 17 de febrero de 2007 participaron los cuatro hermanos juntos. Juan Luis llegó primero; Johnny tercero; José Miguel cuarto y Juan Ramón sexto. Y así se comenzó a escribir un capítulo dorado de nuestra historia.